FALTAN CUARENTA Y SEIS PALABRAS
Eduardo Abel Gimenez
Faltan cuarenta y seis palabras para el fin del mundo, y transcurren sin temor como si quien las pronuncia no supiera contarlas, o no conociera el desenlace, o pensara que en realidad nada va a ocurrir, que de todas maneras la existencia es ilusión, espejismo, palabrerío.
SIN CABEZA
Ricardo Bernal
Si no soy mi cabeza, ¿entonces qué soy? Manos temblorosas con memoria dactilar que escriben estas líneas; corazón que arroja estupefactos chorros de sangre hacia el sitio donde antes estaba un sombrero; piernas y pies que no saben hacia dónde ir ni para qué ir; estómago sin hambre que muge armonías crepusculares. Tal vez mi cabeza, libre al fin, también extrañe algo de mí… Tal vez allá lejos, donde quiera que esté, por fin descubrió quién soy.