Pero la tierra no es una mentira, aunque el hombre delire recorriéndola y le exija lo que no tiene y la bautice con nombres paradojales. Es lo más seguro bajo el pie y bajo la espalda, cuando ha concluido la marcha. Es lo que afirma que vive, al bruto, al posar sobre ella las patas y al alimentarse. La tierra es la verdad definitiva, la primera y la última: es la muerte. -Ezequiel Martínez Estrada, en Radiografías de la pampa, 1942.