PREFERENCIAS
Vladimir
Nabokov, en Laughter in the Dark, 1936.
—Un
hombre —dijo Rex mientras doblaba la esquina
con Margot— perdió una vez unos gemelos de diamante en el ancho mar azul, y
veinte años después, ese mismo día, un viernes al parecer, estaba comiendo un
pescado y no encontró ningún diamante en su interior. Ésa es la clase de
coincidencias que me gusta.