R A S A B A D Ú

martes, abril 20, 2004:

Aunque estoy de vacaciones, no me ha pasado nada interesante: encontré el cadaver de un demonio menor en un rincón de mi closet, a un lado del cesto de ropa sucia... (en su placa de Boy Scout dice que se llamó Sidragaso). Tal vez murió de viejo, tal vez por el olor de mis calcetines, pero el caso es que, como es un demonio menor, no tiene mayor interés. Así que los dejo con algo mejor: tres enternecedores fragmentos sueltos de Neón City Blues de Emiliano González:

"Tina baja del autobús y se encuentra en la Playa Oleosa frente a un mar espeso de carroña: petroleo, esqueletos humanos y marinos, tablas de formas caprichosas, llantas desinfladas, cabellos de sirena, sandalias y anteojos de turistas difuntos, restos envenenados de hamburguesas y papas..."

"Pero Big Daddy Joe existe: capitanea su pandilla, organiza ejecuciones en masa, castra hitchhikers bajo la luna licántropa, deja svásticas de sangre en cementerios judíos, bebe gasolina, estrangula viejecitas con cadenas y, de vez en cuando, para vengar nimiedades (por que Big Daddy Joe es quisquilloso) liquida a sus secuaces por la espalda, con golpes de martillo, y adorna con el cráneo del infortunado el altísimo respaldo de su motocicleta."


"Que linda es Pretty Polly con sus ojos verdes y su carne bronceada, que va a tatuarse. "¡Cómo ha cambiado Tijuana", dice, y me señala a un payaso sin cabeza que pide limosna al carnicero enano de la acera de enfrente. Platos voladores cruzan el espacio, a escasos metros de las azoteas, dejando al pasar enigmáticos mensajes de humo rojo. Anuncian, tal vez, películas obscenas o corridas de toros. El paisaje tiembla, como si lo viera por debajo del agua. La luz tiene algo perverso, algo que no es de este mundo. Suenan disparos a lo lejos."


Édgar Omar Avilés // 4/20/2004 02:18:00 p. m.

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