Matarás un gato negro que no tenga un solo pelo blanco ni gris, y después de haberle sacado los ojos, lo meteréis dentro de dos huevos puestos por una gallina negra, teniendo cuidado de que cada ojo quede separado en cada huevo. Después de hecha esa operación los meteréis, perfectamente escondidos dentro de una pila de estiércol de caballo, advirtiendo que es de necesidad que el estiércol esté y se conserve bien caliente mientras se generan los diablillos.
....Dice San Cipriano, que debe irse todos loa días junto al montón de estiércol durante un mes, que es el tiempo que tardan en nacer los diablillos.
....En al visita que diariamente debe de hacerse al estiércol que encierra ambos huevos, en los cuales se estarán engendrando los diablillos, deberán de decirse las siguientes palabras a manera de oraciones:
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....“Oh, gran Licifer! Yo te entrego estos dos ojos de un gato negro, para que tú, mi grande amigo Lucifer, me seas favorable en las súplica que hago a tus pies. Mi gran ministro y amigo Satanás, en vos entrego la magia negra para que pongáis en ella todo vuestro poder, eficacia y astucia con que te dotó el Ser Supremo, que vos dedicáis al daño y perjuicio de los humanos. A vos confío estos dos ojos de un gato negro para que de ellos nazcan los diablillos, que me habrán de acompañar eternamente. Entrego mi magia negra a Maria Pandilla, a toda su familia y a todos los diablos del infierno, mancos, ciegos y tullidos, para que de aquí nazcan dos diablillos que me suministren dinero, porque yo quiero dinero por el poder de Lucifer, mi amigo y compañero de aquí en adelante.”
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....Haced cuanto queda dicho, y al final de un mes, día más, día menos, os nacerán dos diablillos que tendrán la figura de un lagarto pequeño. Una vez realizado el nacimiento, ponedlos dentro de un canuto de marfil o de boj y les daréis de comer limaduras de hierro o acero.
Cuando estuviereis ya en propiedad de estos engendros del infierno, podréis realizar cuanto quisiereis, y, por ejemplo, si queréis dinero, bastara abrir el canuto y decir: “Quiero dinero”, cosa que os aparecerá inmediatamente, pero con la condición única de que con él no podréis dar limosna a los pobres, ni tampoco mandar decir misas, por ser dinero procedente del demonio.