“Usted no sabe que no es un cerebro, suspendido en una cubeta llena de líquido en un laboratorio, y conectado a un computador que lo alimenta con sus experiencias actuales bajo el control de algún ingenioso científico técnico (benévolo o maligno, de acuerdo a su gusto). Puesto que, si usted fuera un cerebro así, asumiendo que el científico es exitoso, nada dentro de sus experiencias podría revelarle que usted lo es; ya que sus experiencias serían, según la hipótesis, idénticas al supuesto de que usted no fuera un cerebro en una cubeta. Como usted sólo tiene sus propias experiencias para saberlo, y esas experiencias son las mismas en cualquier situación, nada podría mostrarle cuál de las dos situaciones es la real.”
En Introducción a la Epistemología Contemporánea (1993) de Jonathan Dancy.