EL PÁJARO QUE RENUNCIA AL MUNDO
Hwang Ji-U (Corea, 1952)
El pájaro
nunca deja su huella.
La rama donde posa
se mueve ligera por el peso que deja.
El pájaro
no deja su sombra
en el lugar donde se para.
Tampoco deja huella en el aire
por donde pasa su cuerpo.
¿Es porque carece de pasado?
El pájaro no deja
ningún rastro de olor.
Cuando llora no cae ni una gota de lágrimas
y sabe volar contra la corriente del viento fuerte
con su cuerpo vacío, totalmente vacío, sin nada.
Con ojos que ensueñan ansiosamente
ve el bosque del mañana en el viento,
en el viento fuerte post mortem.