"Solo
se puede escribir la verdad si se da por sentado que lo que se escribe
nunca será leído, que no lo leerá nadie más, ni siquiera uno mismo en
fecha posterior. De otro modo, justificarse es inevitable. El que
escribe tiene que ver aparecer las palabras como si del dedo índice de
la mano derecha surgiese una larga línea de tinta y la izquierda lo
fuese borrando. Imposible, claro. Trazo y vuelvo a trazar la línea, ese
hilo negro del que voy tirando a través de la página."
--Margaret Atwood, en El asesino ciego.