En un diccionario de antropología descubrí un curioso y conmovedor rito de fertilidad: los aborígenes de la tribu cavaban un agujero en el desierto y se turnaban para copular con la tierra. Profundamente impresionado por esta imagen, quedé suspendido en una especie de deslumbramiento, hasta que una medianoche procuré tener un orgasmo con el más venerado de los campos de cricket. Me descubrieron en un resplandor de linternas, borracho, tendido sobre el campo violado, entre un montón de botellas de cerveza.
-En la novela Compañía de Sueños Ilimitada, de J. G. Ballard